
Ofelia Uribe de Acosta nació en Oiba, Santander, el 22 de
diciembre de 1900, de padre y madre educadores, hija mayor y única de un hogar
conformado por cinco hermanos Se graduó como profesora en la Normal de San Gil
y ejerció la profesión docente en Simacota (Santander) y en Chiquinquirá
(Boyacá). Al comenzar el siglo XX, en Colombia la mujer carecía de los
más elementales derechos ciudadanos: no podían elegir ni ser elegidas, por lo
tanto no tenían cédula de ciudadanía. No podían desempeñar puestos públicos ni
ingresar a la universidad. Tampoco tener patrimonio, el cual era administrado
por los maridos. Según la historiadora Magdala Velásquez en los años de 1930
«la industria requería vincular personal femenino; en aquella época las obreras
casadas eran preferidas por su seriedad en el trabajo y las leyes vigentes se
convertían en un obstáculo para ese fin, puesto que ellas perdían con el
matrimonio la capacidad de libre contratación y además, la administración de
los salarios y bienes con ellos adquiridos pasaba a manos de los maridos». Esta
oprobiosa situación llevó a OFELIA URIBE DE ACOSTA a organizar en la década de
1930, un movimiento a favor de los derechos ciudadanos y civiles de la mujer,
el cual se conoce en la historia con el nombre de Movimiento Sufragista cuyo
objetivo principal era el derecho al sufragio femenino y los derechos
económicos de las mujeres. En el Congreso Internacional Femenino, organizado en
1930 por la Liga Internacional de las Mujeres Ibéricas e Hispanoamericanas,
OFELIA URIBE presentó un documento sobre los derechos ciudadanos y civiles de
las mujeres casadas y «sustentó la necesidad de que tuvieran independencia
económica y pudieran manejar sus propios bienes, y las convocaba a presionar a
las cámaras legislativas para lograr su aprobación». El día de la presentación
de su ponencia en el Teatro Colón se llenaron las instalaciones, «asistió el
parlamento, una multitud que se había quedado sin poder entrar por la falta de
cupo rompió las puertas del teatro e invadió el recinto».
Dos años después fue aprobada la Ley 28 de 1932, mediante la
cual se otorgó a las casadas la capacidad para manejar sus propios bienes
dentro del matrimonio. Era la primera conquista de la larga lucha iniciada por
OFELIA URIBE, a la cual siguió, en 1936, la aprobación de la reforma constitucional
«que consagró, en el artículo sobre la ciudadanía, que las mujeres mayores de
edad podían desempeñar empleos que llevarán anexa autoridad o jurisdicción, en
las mismas condiciones que para desempeñarlos exigiera la ley a los ciudadanos.
Con este artículo se dio lugar a los nombramientos en cargos públicos de las
primeras abogadas que empezaban a egresar de las universidades», según Magdala
Velásquez.
En su empeño de agitar y divulgar los derechos de la mujer y
denunciar su situación de discriminación y explotación, participó en la
creación de la Unión Femenina de Colombia. En 1938 fundó el programa radial La
Hora Feminista en Radio Boyacá, logrando una inesperada audiencia. En 1944
fundó la Revista Agitación Femenina, considerada una de las revistas pioneras
del periodismo femenino en Colombia. «Además de tribuna feminista para promover
e impulsar la lucha por los derechos de las mujeres. Agitación Femenina era un
manual de educación, una cátedra de la democracia, con un alto nivel intelectual
y con un lenguaje accesible a cualquier sector social; la revista desarrollaba
una sorprendente didáctica de la democracia social, en la que se combinaba la
parte política y de los derechos individuales con los derechos económicos y
sociales. Esta fue una característica del pensamiento político de Ofelia, de
raigambre liberal, con profundas preocupaciones por la equidad social y por las
reformas que permitieran a la mayoría de la población acceder a una vida
digna». La lucha por el derecho al sufragio para las mujeres logró triunfar en
1954 en el gobierno del General Gustavo Rojas Pinilla, al expedirse el Acto
Legislativo 3 de 1954 por medio de cual se otorgó ciudadanía plena a las
mujeres y desde entonces quedó consagrado el derecho a la vida y ser elegidas.
El pensamiento y la historia de luchas de OFELIA URIBE DE
ACOSTA a favor de los derechos de la mujer quedó plasmado en su libro Una Voz
Insurgente, publicado en 1963. Cuatro años antes de su muerte, ocurrida el 4 de
Agosto de 1998, el movimiento feminista colombiano, un 8 de marzo también, le
rindió homenaje a su vida y obra en un acto especial en la Biblioteca Nacional,
para exaltar su condición de pionera y luchadora de la causa feminista. Hoy
queremos perpetuar su memoria, rescatar para la historia y el presente su lucha
y pensamiento, honrando, con su nombre este hermoso y prometedor Colegio
Distrital.